Estudiando la viabilidad de la reclamación de forma amistosa y subsidiariamente judicial.
Obteniendo informes respecto de los bienes y solvencia del deudor para valorar la posibilidad real de cobro de morosos, y a partir de esta información valorar si fuere viable o no la reclamación por la vía judicial.
Realizando las negociaciones que sean convenientes al caso, redactando acuerdos de pagos aplazados, reconocimientos de deuda, etc.
Reclamando formalmente mediante burofax en caso de que no haya ánimo del moroso a pagar de forma voluntaria.
Recomendando sobre el tipo de procedimiento judicial más conveniente al caso y tramitamos todo el procedimiento judicial hasta la obtención de la sentencia de condena al pago de la deuda.
Finalmente, tramitamos, de ser necesario, el procedimiento judicial de ejecución de la sentencia condenatoria al pago de la deuda para lograr el pago efectivo de la misma y de los gastos de abogado y procurador (costas) relacionados con los procedimientos judiciales.